Predicador fue el obispo auxiliar de Concepción, Monseñor Bernardo Álvarez
Con la misa y un almuerzo fraterno terminó el retiro del presbiterio de la diócesis de Copiapó, que se desarrolló entre el lunes 27 y el viernes 31 de mayo, en la casa de retiros de La Candelaria.
El predicador este año fue el obispo auxiliar de Concepción, Mons. Bernardo Álvarez, quien compartió con los sacerdotes diocesanos el tema “Señor, enséñanos a orar”, en sintonía con el llamado del papa Francisco este año 2024, en preparación al jubileo del próximo año.
La misa se celebró al interior del templo del Santuario de La Candelaria, presidida por el obispo de Copiapó, Monseñor Ricardo Morales. Él dijo en su homilía, que “cada uno ha recibido un don, un llamado”. Hablando a los sacerdotes, les dijo: “El Señor nos llamó por pura misericordia# y haciendo un paralelo con la actitud de la Virgen María en el evangelio de la anunciación, agregó que “Ella no se queda con este don, sino que lo comunica”, enfatizando que “comunicamos el gozo de haber sido llamados por el Señor, es lo que hacemos todos los días, comunicar el gozo de haberlo conocido”.
En un segundo punto, habló del Magnificat, subrayando que “María tiene una mirada lúcida de la realidad, no se queda en un espiritualismo desencarnado”, invitando a mirar la realidad y escrutar los signos de los tiempos para llevar la palabra de Dios.
Finalmente, el obispo destacó que “María se queda un tiempo con Isabel, permanece” enfatizando que “la motivación por sí sola no basta, es necesaria una actitud, que implica una decisión; se necesita permanencia, perseverancia, perseverar en la vocación, y para eso no estamos solos, siempre hay hermanos que nos acompañan”.
Como signo, los sacerdotes recibieron una vela, que encendieron como signo de compromiso y perseverancia en la vocación.
Después de la misa, los sacerdotes compartieron un almuerzo en el que agradecieron al obispo Álvarez con un presente, frutos de la tierra de Atacama, y la invitación a volver a la región para conocer el desierto florido.
Este es el retiro anual de los presbíteros de la diócesis, que fue organizado por la pastoral del clero.
