Obispo preside Misa Solemne en el Día de San Francisco
Con la presencia del obispo, Monseñor Ricardo Morales, la comunidad de la parroquia San Francisco de Copiapó celebró la fiesta dedicada a su santo Patrono, la tarde del pasado sábado 4 de octubre. También fue ocasión para que un grupo de jóvenes y adultos recibiera el sacramento de la confirmación. En el altar también estuvo el párroco, p. Guido Castagna, el p. Mario Vignola, y los diáconos Iván Farah y Ricardo Rojas.
En la homilía, el obispo destacó la figura de San Francisco, que “quiso vivir como Jesús vivió, escuchó el evangelio y lo tomó al pie de la letra, abrazó la pobreza, amó a los pobres, cuidó la creación, y llamó a todos hermanos”. Resaltó que fue un hombre convertido a Dios, “que pasó de la vida cómoda y mundana a una sencilla y libre” y que descubrió que “la verdadera alegría no está en tener sino en amar, en servir”.
Don Ricardo se refirió al evangelio que muestra a los discípulos pidiendo al Señor que les aumente la fe. “Ese deseo está en todo corazón, porque la fe es la experiencia humana que nos permite fiarnos de Dios, saber que no estamos solos, que tenemos un Dios que está junto a nosotros”. Destacó la fe profunda de San Francisco, y su empeño en reparar la Iglesia. “Reparar la iglesia comienza por el propio corazón, qué duda cabe que muchas veces la desazón y el pecado están en nosotros mismos”.
Dirigiéndose a los diecisiete adultos y jóvenes confirmandos, les dijo: “El mismo Espíritu Santo que transformó a san Francisco viene hoy sobre ustedes, los fortalece y los envía a ser discípulos misioneros en el mundo”, explicándoles que “confirmarse es comenzar a vivir la fe con madurez, el Espíritu los hace valientes para perdonar cuando cuesta, para servir sin buscar reconocimiento ni fotos, y para creer cuando todo parece difícil”.
Continuó diciéndoles: “Hoy están confirmando su fe, pero esta fe se confirma todos los días, porque, si bien la fe es dada por Dios a nuestro corazón, necesita de parte nuestra cultivarla humildemente”. Finalmente, les pidió “que dejen que el Señor siga haciendo el camino que él inició en su corazón, no le cierren la puerta al amor que el Señor ha derramado en sus vidas”.
Después de la misa la comunidad compartió la tradicional convivencia con chocolate y roscas. La novena de preparación para esa festividad comenzó el 25 de septiembre, con oración por distintas intenciones, a cargo de las diversas comunidades que componen la parroquia.
Fotos: parroquia San Francisco