Misa para agradecer al hasta ahora vicario general de la diócesis, electo obispo auxiliar de la arquidiócesis de La Serena
Con una emotiva misa celebrada en la catedral este miércoles 8 de mayo, la diócesis de Copiapó despidió al padre Enrique Balzán, quien ha sido nombrado por el Papa, obispo auxiliar de la arquidiócesis de La Serena.
La celebración, presidida por el obispo, Mons. Ricardo Morales, el presbiterio y diáconos de la diócesis, congregó a cientos de personas, especialmente de las comunidades que tuvieron como párroco al p. Enrique, como Chañaral, El Salvador y Copiapó.
En la homilía, el obispo dijo que esta despedida era necesaria. “Cuando nos enteramos nos alegramos, pero también sentimos tristeza porque se va de nuestra diócesis”, dijo, y agregó que “esta Iglesia es conducida por el Espíritu Santo y ese Espíritu no se equivoca; si creemos eso tenemos que dar fe que lo que decide es querer de Dios”. Agradeció al Señor “este regalo para la Iglesia en Chile, porque se necesitan pastores de corazón noble”.
Don Ricardo también dijo que “como Iglesia estamos llamados a caminar juntos, el otro nos regala el don de su corazón”. Contó que “el p. Enrique llegó de Malta, y se deja interpelar, escucha. Su vida sacerdotal es dejar hablar. Quienes lo hemos conocido hemos descubierto los dones que el Señor ha puesto en su corazón”.
En el ofertorio se presentaron al altar minerales propios de la zona minera de la región. Y dos religiosas llevaron las especies del pan y del vino.
Acción de gracias
El padre Juan Barraza, a nombre del presbiterio, tomó la palabra para agradecer “a Enrique ese corazón generoso que nos acompañó más de veinte años”, recordó los lugares donde estuvo, como El Salvador, y su relación con los trabajadores y la empresa, con sus dificultades, luchas e incluso muerte. También confidenció que los primeros tiempos lo apodaron “el gitano porque hablaba raro, y al principio no lo entendíamos” y concluyó: “Gracias, Enrique, por tu vida, por decirle si al Señor y por este si a la Iglesia que ha querido que sigas en la sucesión de los apóstoles; gracias a esta Iglesia que lo fue moldeando, el presbiterio, las comunidades. al igual que su mamá y la Iglesia de Malta”.
El obispo reiteró su agradecimiento por “la discreta y generosa disponibilidad” del p. Enrique, su fidelidad y cariño; lo vamos a echar de menos, pero sabemos que así el Señor va construyendo su Iglesia”. Le dijo: “Te llevas los rostros de esta gente que con sacrificio saca adelante a sus familias, aquí en el norte todo es más difícil; no te olvides de estos rostros. Te los llevas en el corazón y te quedas en el corazón de cada uno”. Terminó invitándolo a celebrar misa en la catedral cuando ya haya sido ordenado obispo.
Un muy emocionado padre Enrique habló al final. Recordó a los últimos cuatro obispos con los que trabajó, agradeció a los sacerdotes, diáconos, religiosas, laicos, que han acompañado su ministerio, así como a las comunidades donde ha sido párroco. Pidió que rezaran por él y aseguró guardar en el corazón su tiempo en la Iglesia en Atacama.
El p. Enrique fue nombrado obispo auxiliar de La Serena por el papa Francisco, el pasado viernes 5 de abril. Nació en Malta, en 1995 llega a la diócesis de Copiapó, donde actualmente era párroco en San Francisco y vicario general.
